lunes, 22 de diciembre de 2008

Editorial DI nº5

Aquí tenéis el quinto número de Devotio Ibérica.
Un número algo especial, ya que con él son dos los objetivos concretos que
pretendemos. Por una parte, informar y aportar como hasta ahora hemos venido
haciendo, con artículos y reportajes en la línea habitual. Por otra, queremos
concienciar de la manera más intensa posible de la necesidad de dar un paso
adelante. Un paso hacia la militancia y el compromiso, hacia la eficacia y la
estrategia, por las ideas y valores, por la calidad y contra el “mundillo”.
Con un mundo cada vez más interconectado, en el que los efectos de la
mundialización, de la dependencia financiera casi absoluta, se dejan notar
cada vez más y de un modo más contundente, es el momento de que la
articulación de una alternativa social e identitaria se convierta en una realidad
en nuestro país. ¿Todavía alguien piensa que no existe un espacio en los espectros
político y social para nosotros? Quien así lo crea, que se despoje inmediatamente
de la venda que tapa sus ojos. Ese espacio está ahí, esperando que alguien lo
ocupe con la mayor brevedad posible.
La nefasta situación de la vivienda, la carestía exacerbada de la vida cotidiana,
la insostenible situación profesional de numerosos colectivos, pero también la
pérdida del arraigo, de las raíces, la aniquilación de la espiritualidad en sus
diversas formas o la decadencia de un hombre preso de los encadenamientos
materialistas de nuestra época nos obligan de manera inexcusable a pensar que
somos necesarios. Y que si hasta ahora no hemos significado casi nada, es por
nuestra propia necedad e incompetencia.
Por este motivo, y aunque el día a día se empeñe en demostrar lo contrario,
estamos totalmente convencidos de que nuestras ideas son válidas, quizás ahora
más que antes. De ahí, que nos hayamos propuesto animaros a todos y cada uno
de los que leéis estas líneas a que vosotros también lo creáis así. Y a que deis ese
paso hacia la toma de posición.
No se trata de un nuevo partido o de crear una coordinadora que, en estos
momentos, poco tendría que coordinar. Sino de que nos movilicemos, que hagamos
de la formación una de nuestras principales metas, que aspiremos a la calidad, que
organicemos campañas de carteles y pegatinas, de pancartas, que quien tenga algo
que decir inicie una publicación, que creemos y amemos un estilo definido, que
nos diversifiquemos, que legalicemos asociaciones, que odiemos la comodidad del
sofá, que nos llamemos por teléfono, que apoyemos a la gente que pierde la
confianza, que contactemos con quien consideremos válido. En definitiva, que
demos muerte a la cobardía y el acomodamiento, y pongamos lo mejor de nosotros
mismos para hacer posible que el día de mañana, nuestros hijos no se vean
condenados a vivir en un mundo sucio y enfermo, en el que del cuidado del
medioambiente se hace negocio y los bancos controlan tu vida durante 30 años.
Napolitano

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